viernes, 27 de febrero de 2009

Sobre Alfabetización Informacional: ALFIN llegó!!!

El año pasado el Centro Cultural de España organizó un taller de Alfabetización Informacional con la colega Felicidad Campal de España (ver www.alfinuruguay.blogspot.com ), fruto de ello el tema provocó inquietud ya que en nuestro país solo un reducido número de bibliotecólogas incursiona el tema desde hace pocos años ( ver http://eprints.rclis.org/10469 ).
La semana pasada tuvimos la oportunidad de ver estas cuestiones a través de Ana Chiesa, Bibliotecaria argentina (ver www.alfinenargentina.blogspot.com ), que también compartió parte de su trabajo "Bibliotecas Populares argentinas: un modelo de exportación", recomiendo que lo lean, que entren a estos links, para poco a poco trabajar estos temas nosotros.
Las siguientes entradas versarán estos temas más en profundidad y acercaremos la propuesta anual de trabajo ya que, al ser este un año lleno de particularidades, no debemos alejarnos de nuestros objetivos: la biblioteca popular, sus fortalezas y debilidades para seguir creciendo por nuestros usuarios

Biblioteca Popular "Espinosa Borges": 40 años de vital importancia

El 1 de febrero de 1968 el Pueblo Agraciada vivió uno de los hechos más envidiables y felices que cualquier pequeña comunidad pueda llegar a vivir.

En Soriano, uno grupo de personas fueron testigos y se convirtieron en parte de nuestra historia al estar al lado del Sr. Espinosa Borges quien es honrado al dejar su nombre en uno de sus principales objetos de estudio y preocupación: la biblioteca popular.

Es así que, 40 años después, somos nosotros honrados a participar del aniversario de esta casa de lectura, de encuentro, de crecimiento, de una comunidad conciente y preocupada por mantener y crecer en la cultura.

Pueblo Agraciada es una pequeña localidad de no más de 500 personas, todos dedicados a la vida de campo y poducción. La biblioteca atenta a las necesidades de su comunidad, contiene en ella casi todo, su acervo es envidiable y su personal, con fuerte arraigo a la biblioteca y a la zona, atiende a diario, incluso acercando a los pobladores más alejados, aquellos libros que necesitan para recrearse o estudiar.

La zona no se caracteriza por ser humilde y eso hace más interesante el lugar ya que, pudiendo la gente comprarse sus propios libros, prefiere ir al encuentro del otro, en un lugar que hace historia.

Para nosotros, acostumbrados a recorrer y ver, a veces algunas bibliotecas nos dejan pensando, esta en particular me deja la sensación de que, y como dicen por ahí que las computadoras suplirán los estantes, no ha llegado la razón para dejar de ir a una biblioteca, de recorrer los anaqueles, de mirar tapas y lomos, de preguntar y pedir una recomendación, de integrar círculos de lectores y discutir e intercambiar.

He demorado mucho en editar esta entrada, no me ha sido fácil procesar el cúmulo de sensaciones, porque a veces entender una biblioteca pobre en un entorno pobre es fácil, pero entender la existencia y permanencia de esta me da más fuerzas que las otras para continuar, por una sencilla razón, la letra sobre el papel no es un montón de información o historias y cuentos, es lo que sentimos cuando nos regocijamos al tener tal o cual libro: sentimientos.

Creo que, estoy segura, un día los planteamientos en cuanto a las bibliotecas y su vigencia, pasarán más por los sentimientos que por las razones, porque estamos tan pendientes de estar al día en la vida, y eso se llama tecnología, rapidez, eficacia, hoy, ya y ahora, que por su propio peso caerá la necesidad de volver a lo real, lo verdadero, lo necesario, el amor por la lectura y los libros, que sean prestados y que sean de la biblioteca popular de nuestro barrio