lunes, 3 de septiembre de 2007

UNIÓN IBIRAPITÁ: cuando la gente quiere...

Hoy comenzamos los trabajos de apoyo en la Asociación Civil Unión Ibirapitá. Esta organización nace como una pequeña biblioteca barrial que busca a través de los libros acercarse a la gente, apoyar a los muchachos en sus estudios y mantener viva la mente y ejercitada la conciencia social.
Al comienzo esta biblioteca fue conformada por los libros pertenecientes a las bibliotecas personales de los integrantes de ese grupo de personas que, en 1998, comenzaron esta tarea en el barrio de Bella Italia, al principio sobre Cno. Maldonado y hoy en Aparicio Saravia y Florencia.
Como toda tarea social que comienza por querer ayudar, se encontraron con la sorpresa de que no fue muy necesario estimular a la lectura ya que los vecinos se acercaron muy rápidamente a esta biblioteca desbordando cualquier expectativa que se tuviera para aquel entonces, con el correr del tiempo otras necesidades de los vecinos fue presentándose y fue necesario considerar formas de solución.
Primero la necesidad de los chicos de tomnar la leche, y así nace el merendero, luego la necesidad del apoyo escolar y así nace un espacio para ello, luego la urgencia de la autogestión y con la "ayuda" de la crisis del 2002, nace la compra venta que sustenta la cosa.
Más adelante y con el apoyo de Colonización comienzan los trabajos de la chacra donde las personas que trabajan la Unión Ibirapitá plantan no solo sus comestibles sino que pueden vender lo que producen y así seguir sustentando este trabajo maravilloso, y la innovación se hace presente y crean un taller de generación de biodisel a través de los aceites comestibles usados.
Y la biblioteca...
4.000 libros atiborrdaos con el órden lógico de quienes están día a día trabajando pero ya superados no solo por el crecimiento sino por la masa de usuarios que se vuelven cada vez más exigentes, y allí fuimos.
Ni soga, ni soluciones mágicas, enseñándoles lo básico pero lo mejor, trabajando a la par acarreando libros, ensuciándonos, transpirando y admirándonos de como la gente cree en sus proyectos, atentos escuchas de las recomendaciones que damos de cómo hacerlo mejor.
"... las generalidaes primero, la filosofía después, religión por aquí, más allá ciencias sociales...", y así en grandes bloques para luego caer con Don Dewey y un winisis instalado por Aída Sogaray, una bibliotecóloga como tantas otras que cree en estas propuestas y que lo instaló pensando que algún día se podía cargar.
Así es, y será, cada día una biblioteca, cada día más uruguayos que están en lo mismo.
Y desde la academia siempre preguntándonos hasta cuándo vamos a seguir esperando apoyar y ayudar con menos egoísmos, con menos chacrismos, con más convencimiento de que solo entre todos podremos sacar esto adelante, esto es la gente, esto es nuestro barrio, esto es nuestros hermanos, esto es en definitiva: nuestro URUGUAY